ADAPTARSE O MORIR EN EL INTENTO

Klaus Schuab, fundador del Foro Económico Mundial, hace 50 años, que sesiona en Suiza, todos los años en el mes de enero y reúne a los personajes más importantes del mundo de la Economía, presidentes de países y líderes empresariales; junto con Tierry Malleret, han escrito recientemente un libro de actualidad  “Covid-19 El Gran Reinicio”, un análisis profundo del impacto de la pandemia en el futuro del mundo y predicen que el cambio será tan grande y fuerte pero tan rápido, que para poder manejar el impacto, la rapidez del cambio debe ser tal, que lo único comparable sería el reinicio de un computador.

 

Y retomando el cambio en el ejercicio profesional del abogado y sumando a lo antes dicho, solo la adaptabilidad apalancada en la flexibilidad, nos permitirán generar el cambio que ajuste nuestro ejercicio a lo que requiere la nueva normalidad, ya lo hemos manifestado, la calidad del servicio será fundamental en el futuro, el cumplimiento de la “promesa de valor” en una actividad de medio sin compromiso de resultado, como lo es nuestra profesión, será la garantía de sobrevivencia y de éxito, la transparencia en las condiciones de nuestros negocios de servicio, la firma de contratos claros, entendibles y sucintos, el precio justo, previamente acordado sin arandelas, la flexibilidad en la forma de pago que permita al cliente de acuerdo a su flujo de caja, por cuotas atender esta obligación y de otra forma pagar más en el tiempo.

 

Existen otros factores no menos importantes, para la retención de clientes de por vida y es “la información constante” sobre las diligencias que atendemos para ellos, esto nos exige implementar herramientas en las cuales ellos puedan autogestionar la información de nuestra actividad profesional, debemos terminar con la llamada telefónica o el informe mensual, ellos podrán en cualquier momento y tiempo real consultar sus procesos, esto generara seguridad y tranquilidad, además de transparencia y confianza.

 

Otro factor es el conocimiento sobre el derecho sustancial y procesal, en una dosis suficiente que les permita entender que es lo que vamos a gestionar y como funciona el sistema judicial o gubernamental, según sea el caso, esto les dará seguridad, los ubicara, en que no podemos garantizar el 100% del resultado, porque no depende la decisión de nosotros, sino de los jueces, pero este conocimiento les permitirá decidir mucho más fácil sobre “invertir” en la defensa de su derecho en peligro, luego se aumentara nuestra tasa de efectividad de cierre de negocios, esto apoyado en una comunicación fluida, una disponibilidad para resolver preguntas de cualquier tópico legal, consultas económicas más profundas sobre casos diferentes, elaboración de contratos, tutelas, derechos de petición, creará una relación muy fuerte, que deberá mantenerse por muchos años en el tiempo, la esencia de nuestro negocio no es que nos contraten la primera vez un servicio, sino que nos recompren permanentemente muchas veces, esto crea una cartera de clientes, que al crecer cada día más, aumentara nuestro ingreso de forma sostenida, mejorando nuestra situación.

El abogado como el médico y el sacerdote, somos los llamados a ser confidentes y amigos de nuestros clientes, este es el gran secreto y la gran oportunidad de sobrevivir en la nueva normalidad.

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